La flor de loto posee un importante significado en la cultura hindú. Cuenta la leyenda que cuando el niño Buda aprendió a caminar, en aquellos lugares en los que pisó por primera vez brotaron flores de loto.
En el hinduismo la flor de loto ocupa un lugar esencial y podemos ver cómo aparece constantemente en las representaciones de las divinidades. Esta tradición nos habla de la Trimurti (en sánscrito: tres formas) o de la existencia de tres dioses supremos. Brahma (dios creador), Vishnu (dios preservador) y Shiva (dios destructor). Los tres representan las fuerzas fundamentales de la creación, la conservación y la destrucción. En la siguiente imagen podemos ver cómo aparecen representados cada uno sobre una flor de loto.
Cuenta la tradición que Vishnu estaba durmiendo en el regazo de su esposa Lakshmi, diosa de la belleza y de la buena suerte, cuando despertó al escuchar el sonido Om. En ese instante, surgió del ombligo de Vishnu un loto en cuyo centro estaba Brahma, creador del mundo.
La flor de loto, así, simboliza la pureza espiritual, como proceso de superación de lo adverso u oscuro y florecimiento de lo bello y limpio. De la oscuridad nace la luz. Hace años Ani Choying Dolma, monja budista con una triste infancia por el maltrato que sufrió por parte de su padre, concedió una entrevista al Periódico de Catalunya. En una de sus respuestas decía "El loto nace en el fango, pero su flor permanece siempre blanca y limpia. Nuestro desafío es ser esa flor, pese a los problemas que nos rodean". Podéis leer la entrevista íntegra en El blog alternativo .